miércoles, 28 de mayo de 2008

Intendente Erazo cifró en 150 los detenidos en marcha estudiantil





















La autoridad regional, además, defendió el actuar de Carabineros que fue cuestionado por algunos medios que afirmaron una excesiva fuerza en su forma de repeler la movilización.
"Carabineros actuó preventivamente, nosotros como Intendencia advertimos a los dirigentes de la imposibilidad de realizar marchas por la Alameda y, pese a eso, algunos grupos aislados provocaron adicionalmente apedreamientos a vehículos y Carabineros mantuvo su decisión y procedió a dispersar estos grupos", declaró Erazo.


"Lo más importante es que en este momento el centro de Santiago está restableciendo su normalidad y esperamos que los dirigentes estudiantiles retomen el camino del diálogo", agregó.En tanto, cerca de las 17:00 horas, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), junto a los dirigentes de los establecimientos movilizados, realizarán una evaluación de la jornada de protesta por el trámite legislativo de la Ley General de Educación (LGE), actualmente en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.


"Nos dijeron que cerca de las 17 horas dejarían en libertad a los alumnos que fueron detenidos durante la movilización, así que les esperaremos para saber su estado y hacer una evaluación de la jornada", expresó el presidente de la Fech, Jaime Zamorano a La Tercera.com.


Pese a que las protestas de los estudiantes secundarios y universitarios registraban escaramuzas y enfrentamientos con carabineros en calle Arturo Prat, éstas culminaron pasadas las 14 horas, cuando la dirigencia de la Fech procedió a desocupar pacíficamente y en completo orden las dependencias de la Casa Central tras un anuncio de desalojo por parte de la intendencia metropolitana.


Hasta el centenario edificio, ingresaron cerca de 300 alumnos que participaron en la marcha, tempranamente disuelta por carabineros en momentos en que una cincuentena de manifestantes se tomaron la vereda sur de Alameda, entre las calles Abdón Cifuentes y Echaurren.
Con un grupo adentro, los carros lanzaagua y lanzagases comenzaron a dispersar a los manifestantes que aún se mantenían en las afueras de la Casa Central de la Universidad de Chile, ubicada entre San Diego, Arturo Prat y Alameda.


"A FAVOR DE LA LGE"
Mientras los estudiantes se manifestaban contra el proyecto de Ley General de Educación, la ministra del ramo, Mónica Jiménez señaló que los estudiantes movilizados "deberían estar a favor de la LGE (Ley General de Educación) y no en contra".


Según la secretaria de Estado, los alumnos de liceos y universidades que se manifestaron durante 2006, "estuvieron en contra de la Loce (Ley Orgánica Cosntitucional de Enseñanza), y esta ley satisface mucho las aspiraciones de ellos". Por esta razón, afirmó que espera "colaboración, apoyo y no confrontación y rebeldía contra una ley que nació de lo que ellos querían".


La titular de Educación recordó, además, que las puertas del Mineduc "están abiertas" para establecer un diálogo, ante lo cual los dirigentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), indicaron que la invitación "se ha efectuado siempre a través de los medios de prensa, pero jamás ha habido un acercamiento real".

Siguiendo la línea de la ministra Jiménez, el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma llamó a los estudiantes movilizados a "deponer su actitud", pues "todas sus demandas han sido atendidas en forma satisfactoria".


El secretario de Estado criticó los planteamientos de esta nueva etapa de movilizaciones estudiantiles: "Creemos que hoy por hoy, lo que ellos están planteando no lo tenemos muy claro y creemos que estas movilizaciones obedecen a otros propósitos más que el deseo de mejorar las condiciones de la educación".


Sacado de La Tercera On Line.
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POR FAVOR HAGAMOS EL ANALISIS DE ESTE ESCRITO Y LE PEDIMOS A LOS PERSONEROS DE GOBIERNO DEJEN DE DECIR PAYASADAS COMO QUE LOS ESTUDIANTES DEBEN APOYAR LA LGE Y QUE CUMPLE LO QUE LOS ESTUDIANTES PEDIAN.
AHH PUNTO A PARTE SE LLEVAN LOS SEÑORES DE VERDE QUE REPRIMEN DE LA MISMA FORMA DE TIEMPOS DE ANTAÑO ASI QUE LA PRESIDENTA SE PONGA BIEN LA FALDA Y DEFIENDA A LA GENTE Y NO A LOS EMPRESARIOS
Centro Cultural Alberto Blest Gana
A despertar al dormido a organizar al despierto

En pelotas...


Por: Luis Luque Álvarez
28 de mayo de 2008


El tumulto se mueve como un mar encrespado. Son cientos de personas que ríen, conversan unas con otras, se abrazan. Poco a poco se van despojando de sus ropas, hasta quedar en pelotas. Ya todos en sus puestos, una mirada a la cámara: «Quietos... —¡flash, flash!—. «Okey, thank you!».
Se trata de las fotos colectivas del artista estadounidense Spencer Tunick. Una de las últimas fue el 18 de agosto de 2007 en los Alpes suizos. El paraje escogido fue el glaciar de Aletsch, cuya masa de hielo se redujo en 115 metros en los últimos dos años, muy a tono con el ascenso de las temperaturas a nivel global. Y el objetivo declarado de que tantas personas posaran desnudas en dicho sitio, era llamar la atención sobre ese fenómeno climatológico...


¡Hum! Sí que es singular manera de denunciar la devastadora acción del consumismo sobre el medio ambiente. La conexión mental sería sencilla: como la Tierra va convirtiéndose en un horno errante en el cosmos, ya podemos incluso desnudarnos en estos parajes cada vez menos blancos.
Podría ser esta una de las más encomiables ilustraciones en las que el cuerpo humano aparece sin los velos que lo cubren desde hace algunos miles de años, cuando la especie cayó en la cuenta de que debía ocultar ciertas partes de su anatomía al menos con piel de oso. Y digo que podría ser quizá loable, porque se aparta de las recurrentes imágenes del desnudo como incitación a la compra de un producto; esas ante las que el cerebro del televidente debe hacer gárgaras de neuronas para intentar explicar la conexión entre el ronroneo de un Mercedes Benz y las onduladas formas de la joven rubia que lo acaricia desde la pantalla.


Pues bien, protestar contra la depredación de la naturaleza y los efectos del cambio climático, urge, pero ¿no sería más oportuno —digo yo— que unos cuantos miles de los que han posado para Tunick se pusieran las ropas y echaran al cesto los hábitos de consumo compulsivo que traen patas arriba a este planeta? ¿No sería más apropiado, tal vez, que acudieran organizadamente ante los parlamentos de sus países —generalmente industrializados— a hacer escuchar sus voces y presentar ideas concretas?

Por supuesto, no dejo de reconocer la osadía y la genialidad. Lograr que tantas personas accedan a quedarse con el traje que les regaló Natura y posen armónicamente ante el lente, demuestra que Tunick posee talante de innovador, si bien algo parecido ya se les ocurrió en su momento a los antiguos griegos, o a los renacentistas que inmortalizaron en lienzos a sus eróticas Venus. Porque, en un final, queda muy poco de nuevo bajo este sol que nos alumbra.

Sin embargo, la sesión fotográfica en el glaciar, y otras muchas, convocadas por el artista en otros puntos del planeta, dicen bastante de que, mientras las estaciones derriban y hacen brotar cíclicamente las hojas de los árboles, mientras se derriten los hielos milenarios y a los jóvenes nos salen las primeras canas, cualquiera que levanta una pancarta para subvertir reglas —de convivencia social o familiar, o simplemente de comportamiento adecuado— halla cada vez más seguidores, vestidos o en cueros. Si la causa es positiva, bien, y si no hay un motivo siquiera, ¡pues también! La cosa es salirse del carril común, sea en una plaza de la capital mexicana o en una montaña suiza.

Mis reverentes respetos, no obstante, a quienes vean el asunto de otra manera. De todos modos, aquellos que crean tener a mano la explicación más apropiada a esta rara ocurrencia de agolpar cuerpos desnudos, piensen primeramente si derribar los límites de la intimidad no habla más bien de una contemporaneidad moralmente afiebrada. Quebrarlos por simple capricho, por excentricidad, por la dogmática «verdad» de que hay que ir «contra todos los dogmas» —y quién sabe si por dineros y fama—, puede resultar peligroso en esta modernidad saturada de la engañosa ley: «Eres libre, ergo, ¡haz lo que quieras!».

Si alcanzaran algunos cientos de personas —tan vestidas «como Dios pintó a Perico»— para modificar las pésimas actitudes hacia nuestros semejantes y hacia el medio natural, de seguro la cada vez más acendrada costumbre de echar a un lado las ropas, o de recortar al máximo las telas, rato ha que nos hubiera brindado un planeta de aires limpios y sin bombas nucleares.
Yo, por si acaso, y para no desentonar, estoy considerando posar desnudo sobre una baranda del puente Almendares, para hacer sentir mi enojo por la contaminación del río. Pero mi anticuada esposa —ignoro por qué— se opone.


Quizá tema que alguien avise a Spencer Tunick...


Centro Cultural Alberto Blest Gana

Mirar


Por: Rosa Miriam Elizalde
27 de mayo de 2008


Casi todo el mundo tiene ojos para ver, pero no todos tienen mirada. La frase salta del libro del escritor español Juan José Millás, El ojo de la cerradura, que reproduce una selección de sus crónicas para el diario El País, armadas a partir de una fotografía periodística que captaron profesionales de la cámara o no, y que tienen un denominador común: lograron mirar y terminaron siendo la representación de un suceso y de una época.


Tener mirada no significa darse cuenta de que una situación trasciende de tal modo que se nos queda petrificada en la mente o en una fotografía, porque es el nacimiento, el cumpleaños, la fiesta o la catástrofe que no se repetirán. Tener mirada es llenar de sentido esos acontecimientos otorgándoles intimidad, viéndolos como algo propio, reconociéndonos en ellos. Por ejemplo, la exaltación de esa agresiva forma de incultura que es el desprecio de las ideas y de la moral y su reemplazo por la chabacanería, la picardía, el cinismo, la jerga y la jerigonza, son de otros hasta que nos preguntamos si no es también un atributo nuestro, que lo hemos aceptado de tal modo que no solo no nos sorprende, sino que hemos terminado por no verlos.


Cuando alguien pasa y patea a un perro callejero, en el instante en que otro deja la basura a mitad de cuadra y la de más allá va insultando a su hijo pequeño con palabras que el editor de esta página me censuraría con razón, quizá lograremos fijar este cuadro desagradable en nuestras mentes por un rato, pero lo olvidaremos al doblar la esquina porque en apariencias no tiene nada que ver con nosotros. Cuando este tipo de hechos y otros parecidos se convierten en la regla y no en la excepción, terminan existiendo como los postes de la luz o los árboles que franquean la calle que todos los días recorremos y que ya ni nos damos cuenta de que existen. No solo no los miramos, sino que ya ni siquiera los vemos.


Con toda razón me decía una amiga el otro día que el gran alarde intelectual que puede hacer una educación no es el conocimiento de la Física Cuántica, ni de las Matemáticas, ni de la Biología, sino la creación y el mantenimiento de la dignidad humana que no existe sin una ética. «¿Se habrán quebrado nuestros valores?», se preguntaba.


Creo que no, mientras tengamos la capacidad de mirar y de reconocer que, a la hora de la verdad, sucede que todos o casi todos seguimos deseando lo que ya querían Adán y Eva: que se nos quiera, que se nos tenga en cuenta, que se nos haga caso. Y desde ahí, con más o menos entusiasmos altruistas, seguimos apreciando la solidaridad y continúan sublevándonos las desigualdades. Incluso valores que podrían parecer claramente en baja, como la autoridad o la fidelidad, sería bueno ver bien de cerca hasta qué punto es cierto que lo están.


Mirar, repito, es un excelente antídoto. Juan José Millás, por cierto, hace una observación conmovedora a propósito de una de las fotografías de su libro, donde aparecen varios inmigrantes africanos recién llegados en una patera a las Islas Canarias. En primer plano, un hombre petrificado por el frío del Atlántico, tiene la mirada atónita y restos de sal en torno a su boca. Es uno de los pocos sobrevivientes de este grupo, para el cual escribe Millás:


«... los que se salvaron lo hicieron gracias al calor que se daban unos a otros, pues iban abrazados. Dentro de los próximo años, la única posibilidad de que se salven ellos y nosotros es que nos abracemos. Lo veríamos con claridad de no ser por el estado de delirio, confusión y estupor en el que hemos caído».


Miremos.


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jueves, 22 de mayo de 2008

"¡¡Aún tenemos represión, ciudadanos!!"




Nos han llegado varas informaciones sobre la situación que vive hoy la documentalista chilena Elena Varela. Quizás muchos de ustedes ya están enterados de la situación que el gobierno chileno ha generado (o degenerado) en el arte nacional.
Entre dichas informaciones está la carta que escribe Elena al Gobierno, además el video de la defensa de la artista en http://www.youtube.com/watch?v=prXoWJtpDN8.. Asi también, la sinopsis del documental Newen mapuche en http://es.youtube.com/watch?v=0vf2BJO5tgg&feature=PlayList&p=7BA10E5971CCA65C&index=0
Pero a pesar de ello, nos parece interesante dar a conocer este escrito, el cual deja en jaque la labor represiva que tiene el gobierno chileno hoy en día. Un amigo además agrega la frase, nada de incierta, "¡¡Aún tenemos represión, ciudadanos!!".
Saludos a todos.
El honor perdido de Elena Varela, por Pablo Azócar
por Monsieur Garamond
No la conozco, nunca había oído hablar de ella, he tenido que hacer esfuerzos para adivinar cómo es su cara en la única borrosa foto que apareció en la prensa, pero es difícil no pensar hoy en Elena Varela, cineasta, productora y guionista, compositora y gestora cultural, directora de Ojo Film, fundadora de la Escuela de Todas las Artes y de la Orquesta Sinfónica de Niños de Panguipulli. En este momento ella está encerrada en una celda helada y sin luz, sin comunicación con el exterior, sin derecho a leer o ver las noticias. Ha sido interrogada con virulencia. Amigos, colaboradores y familiares fueron amenazados. Su productora fue destrozada en un allanamiento.

Los cargos contra ella son graves: entre otras cosas, se la acusa de ser financista y autora intelectual de dos asaltos –uno de ellos con víctimas fatales- como parte de una célula mirista. La jueza Andrea Urbina decretó increíblemente que ella debe estar en "prisión preventiva" durante seis meses. "Para que la fiscalía investigue", dijo. Todavía no es posible saber de la seriedad o sustento de las acusaciones, pero sí se sabe ya que el escarnio fue brutal. La Policía de Investigaciones requisó todo el material fílmico que ella había acumulado durante cuatro años de trabajo como parte del documental Newen Mapuche
.
Lo primero que asombra es el comportamiento de la prensa y la televisión: sin que medie juicio o sentencia alguna, Varela ya fue condenada. En la prensa chilena el caso ha sido confinado a escuetas notas en las páginas policiales. Nadie ha investigado el caso, nadie ha averiguado sobre la cineasta, nadie ha preguntado quién es ni qué estaba haciendo realmente allí. Se han limitado a lapidarla. No es forzado el paralelo con la novela del Premio Nobel alemán Heinrich Böll, El honor perdido de Katharina Blum, que relata un caso real: cómo la prensa hizo pedazos la vida privada de una mujer.

En las páginas culturales el tema de Elena Varela no ha sido tratado ni por asomo. Los periodistas se limitaron a inquirir a las autoridades cómo es posible que se le haya otorgado financiamiento del Fondart a una terrorista. El reportero que cubrió el caso para Televisión Nacional acusó a la cineasta, textualmente, del crimen de "vinculación con la etnia mapuche". El estereofónico ministro Vidal y la propia Presidenta Bachelet avalaron implícitamente esta sentencia a priori cuando esbozaron disculpas por el asunto del Fondart.

Si los propios periodistas reivindican su derecho a proteger sus fuentes (algo que ya no se discute en los países más desarrollados del mundo), ¿por qué nadie pregunta sobre el derecho de Varela a proteger a sus entrevistados? ¿Por qué ni siquiera ha dicho una sola palabra el Colegio de Periodistas sobre el asunto? ¿Qué está pasando con el llamado mundo cultural? ¿No es este, acaso, un tema que involucra o debiera preocupar a la cultura en su totalidad, sino a toda la sociedad? ¿Por qué ni uno solo de los actores de cine o "rostros" de teleseries, que tanto hablan en la prensa y a quienes el tema vaya si les concierne, ha dicho ni mu? ¿No es impresionante que en un caso de esta naturaleza la única fuente, para los periodistas de los principales medios de comunicación del país, sea en definitiva el Ministerio del Interior?

El caso de Elena Varela es paradigmático. Habla de una sociedad ensimismada, egótica, adolescente, presa del individualismo, el consumo y el sálvese quién pueda. Todos miran hacia otro lado. Hace tres años un estudio científico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile –encabezado por el doctor Francisco Rothhammer- planteó que los chilenos tenemos un promedio de 84% de ascendencia originaria indígena, y que esto incluye a los estratos económicos más altos, aunque no les guste, pero en el próspero y arrogante Chile sólo se quieren recordar los presuntos orígenes vascos o franceses o alemanes y el tema mapuche sencillamente no existe. Se niega. Es invisible.

De esa invisibilidad está siendo víctima Elena Varela. Durante cuatro años recorrió la Araucanía hablando con lonkos y recogiendo testimonios mapuches y, en el contexto de un conflicto feroz del que nadie habla, acabó enfrentada a un sector productivo muy poderoso: el forestal. Y así no más le fue. Como así les fue este 17 de marzo a dos periodistas franceses, Christopher Cyril Harrison y Paul Rossj, que también tuvieron la mala idea de meter sus narices en el conflicto mapuche y filmaron un incendio. Fueron detenidos, vejados y maltratados en Collipulli. "Nos trataron como a delincuentes, nos acusaron de provocar el fuego y de pertenecer a la ETA", declaró Harrison, todavía en estado de shock. El cónsul francés logró que quedaran en libertad, pero al día siguiente un grupo de civiles –una docena de individuos armados con linchacos y cuchillos- atacó a los dos periodistas en la calle: la paliza fue tremenda. Huyeron del país.

Y hace sólo dos de semanas, el 3 de mayo, el guión se repitió con dos documentalistas italianos, Giuseppe Gabriele y Dario Ioseffi, que estaban filmando una movilización mapuche en un predio de la Forestal Mininco cuando fueron detenidos. "Nos trataron como terroristas, con la cara al suelo y las esposas apretadas. Nos acusaron de estar robando madera en el predio". Al día siguiente la intendenta de la Araucanía, Gloria Barrientos, incurrió en una barbaridad jurídica y ética: expulsó sin más a los italianos del territorio.

Los documentalistas chilenos sacaron la voz este fin de semana, alarmados por la suerte de Elena Varela y por la requisición de sus filmaciones. Ignacio Agüero, Francisco Gedda, Viviana Erpel y Martín Rodríguez convocaron a una conferencia de prensa en la que estuvieron varios de los principales cineastas del país, como Silvio Caiozzi, Andrés Wood, Pablo Perelman, Andrés Racz y Alicia Scherson, pero de los medios de comunicación apenas llegaron dos: una radio y un periódico de provincia. El contraste con la multitudinaria convocatoria de cámaras y micrófonos que tuvo la fiscalía cuando presentó el caso ante los reporteros policiales como un tema estrictamente criminal, nos sugiere que algo está oliendo terriblemente mal en el reino de Chile.


Centro Cultural Alberto Blest Gana
PD: gracias a todos por los aportes


martes, 20 de mayo de 2008

CARCEL DE RANCAGUA, 14 DE MAYO DE 2008.


"A:
Paulina Urrutia, Carolina Leiva, René Inostroza, Arturo Barrios, Leonardo Ordoñez (CORFO).
Señores:
Consejo de la Cultura (CNCA) y Fondo Audiovisual (CORFO)

Presente

Estimados, les escribo desde esta cárcel siniestra y fría, donde no hay árboles, ni flores, ni poesía, ni música, ni cantos. Un lugar donde ha vencido el cemento y las alambradas. Es difícil para mí poder relatar lo que me está sucediendo.

Hace años, desde que comencé a darme cuenta de que existían las cosas hermosas de la naturaleza y las creadas por el hombre, me enamoré de la música, la poesía y el cine. Pero no sólo existen estas cosas sabrosas de la vida. También hay injusticias, hay historias tristes en nuestra humanidad. Hay un espacio de Chile que ha sufrido y ha sido castigado, hay verdades en otros mundos, hay memorias que se olvidan.

En los últimos diez años estuve luchando por la educación artística, por generar espacios de participación y expresión cultural. Fundé la "Escuela de Todas Las Artes", el "Colectivo de Cine Ojo Film", la "Orquesta Sinfónica de niños de Panguipulli" y la "Productora de cine Ojo Film". Realicé muchas creaciones y eduqué a muchos jóvenes, niños y adultos. Fui encargada de cultura en Pucón y muchas otras labores artísticas.

En mi creación he buscado las historias de grupos sociales y político que ha sufrido el atropello en derechos humanos u otro tipo de proceso político, cultural y social. Por mi cámara han pasado todo tipo de actores sociales, personajes, algunos perseguidos antes y ahora.

Porque soy documentalista, soy cineasta, y soy artista.Creí que el haber participado en el Consejo de la Cultura y en el Fondo Nacional Audiovisual, en democracia, me permitiría mostrar otros mundos, y que de verdad tenía este apoyo. Pero aquí estoy perseguida, inculpada y detenida de cargos que no he hecho. Lo que en verdad he realizado es la búsqueda de memoria, la razón de la lucha de muchos grupos sociales y lo he realizado junto a muchos otros profesionales del área audiovisual y a través de fondos CORFO y CNCA.

Hace cuatro años que investigo el conflicto del pueblo Mapuche con las Forestales y con el Estado, cosa que ha sido muy difícil, por una parte exponerme y entregarme a sus pensamientos y a sus creencias para contar con su mirada, su punto de vista y su razón. Creo haber comprendido esto y por otro lado, la inmensa represión que se ha sometido a sus actores sociales. Yo en medio de esto he logrado recopilar material histórico y realizar un relatado guión cinematográfico construyendo la película cuestionada: " NEWEN MAPUCHE". Este proyecto ha pasado por distintas etapas en su creación; primero CORFO lo apoyó en el 2005. Hoy su tráiler está en página web de CORFO.

Creo en mis capacidades artísticas y concursé al Fondo Audiovisual con el apoyo de destacados profesionales, documentalistas y cineastas, por lo que sé que mi proceso de haber ganado el fondo Audiovisual es algo conquistado con esfuerzo y perseverancia y con mucho amor, porque no decirlo. Sin embargo, hoy día mis registros audiovisuales, que reúnen la acumulación de historias, testimonios y relatos realizados durante todos estos años han sido requisados por la Policía de Investigaciones, perdiendo mis materiales audiovisuales y exponiendo a muchos entrevistados que han relatado su experiencia, puntos de vista, testimonio e historia en estos documentales. Todo material escrito en investigación de proceso de personajes e histórico, grabaciones y guiones, han sido requisados por la Policía de Investigaciones, los que han montado un relato mediático, ofendiendo mi trabajo y a los trabajadores audiovisuales que han trabajado o laboran conmigo
actualmente, inculpándome en calidad de terrorista, asaltante, exmirista y otros cargos por lo cual se me imputa.

Por esto, dudo de la forma y utilización que harán con éstos relatos históricos, ya que están siendo utilizados en mi contra para involucrarme con una historia que ellos no han podido resolver.
Mi detención ha sido siniestra, cual CNI en los años de dictadura, me han interrogado, me han amenazado con mi familia, han dado un montaje mediático denigrando mi labor como cineasta y documentalista.

En mis creaciones queda plasmado mi talento y mi fuerte dedicación en lo que realizo.
Por otro lado, mi equipo técnico fue detenido de la manera más oscura, nuestra casa productora fue allanada, por lo tanto destrozaron y se llevaron muchas cosas.

Yo he sido hasta ahora incomunicada sin derecho a leer, ver noticias y muchos otros derechos.
Por otro lado, entre los detenidos, una de las mujeres resultó ser también del ámbito cultural, ella es la directora de Cultura de la Comuna de Ercilla a quién conocí el año 2005 en un Diplomado en gestión Cultural dictado por el CNCA.

Además, mi otra película, "Los Sueños Del Comandante", documental apoyado por CORFO 2006, que relata la historia del Complejo Maderero Panguipulli, el Movimiento Obrero Campesino, la Caravana de la Muerte y la guerrilla del MIR en los 80¨. Es decir, la historia social de NELTUME. Todo esto, todo este trabajo, todas las cintas con entrevistados, ha sufrido la misma experiencia, han sido requisados por la Policía de Investigaciones.

Ha sido requisado todo tipo de material audiovisual, grabaciones, entrevistas, material de artes, como, banderas de épocas, lienzos, afiches y otros. Así también material escrito, guión, diarios y libros, entrevistas a ex militantes, mapuches y otros como presos y dirigentes.
Estimados, apelo a su intervención en función de resguardar el material fílmico, la memoria de éstos trabajos, el resguardo de sus actores sociales y mi libertad, porque me encuentro privada de todo derecho y expresión.

Además ruego a Ustedes intercedan por mis derechos como cineasta y creadora y por seguir adelante esta película. Solicito un recurso de amparo para quienes participan en este proyecto incluyéndome a mí y a mi hija América con la que he sido amenazada reiteradas veces.
Junto con esto, el resguardo de material fílmico, la devolución de todas las cintas, celuloides, equipos de filmación y sonido requisado, los materiales de artes que han sido mal utilizados para desprestigiar este hermoso proyecto y mi labor como documentalista, como armas de juguetes, disfraces, banderas, lienzos, platería mapuche, megáfonos, celulares, cámaras fotográficas, fotos, escritos, guiones e investigación escrita, información de currículum, facturas de la empresa, comprobantes de compra de nuestros materiales y otros gastos, los que han sido requisados y que involucran este proyecto.

En nombre del arte, la libertad de expresión y creación artística solicito mi libertad.

En nombre de la dignidad de las personas y todo lo conseguido por los artistas que han luchado por una sociedad más justa, solicito mi libertad y justicia a lo que hemos sufrido.

Atentamente,

Elena Varela López
Realizadora de documentales y cineasta.


La televisión chilena no cubre defensa de Elena Varela
http://es.youtube.com/watch?v=prXoWJtpDN8


Es importante difundir esta informacion asi q llamamos a todos eso lectores q pasan por este sitio a difundirlo, no se puede dejar pasar este tipo de atropellos...


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A despertar al dormido a organizar al despierto

Asombros meridionales en Cannes



















El cine latinoamericano alcanza la totalidad del actual festival, cuyas principales secciones se han inclinado respetuosas ante varios títulos procedentes de Latinoamérica, o con tema muy relacionado con estas tierras

Por: Joel del Río
18 de mayo de 2008


Para acallar críticas a ediciones anteriores (respecto a la manera en que se menospreciaban las mejores películas latinoamericanas) y con el fin de ponerse más a tono con lo más interesante y desconocido del acontecer cinematográfico mundial, las autoridades que gobiernan la edición 61 del Festival internacional de Cannes decidieron que su filme inaugural fuera Blindness, adaptación cinematográfica de Ensayo sobre la ceguera, hablada en inglés, producida mayormente entre Canadá y Brasil, protagonizada por Julianne Moore, Mark Ruffalo, Danny Glover y Gael García Bernal, y dirigida por el brasileño Fernando Meirelles, el afamado autor de Ciudad de Dios.

Cinco o seis años atrás, en la época en que aquella película estremecedora sobre la violencia en las favelas cariocas conmovía a medio mundo, Meirelles aseguraba que Cannes ignoraba «la nueva ola del cine latinoamericano». El gesto de desagravio, que ojalá trascienda la presente temporada, alcanza la totalidad del actual festival, cuyas principales secciones (competencia oficial, Una cierta mirada, Semana de la Crítica) se han inclinado respetuosas ante varios títulos procedentes de Latinoamérica, o con tema muy relacionado con estas tierras.

¿Exotismo coyuntural y ansias de pintoresquismo y folclor? ¿Falso paternalismo de gente rica que regala migajas? ¿Fidelidad al ecumenismo europeo y a los ideales siempre modernos de Liberté, Égalité y Fraternité? Un poco de todo. Pero el caso es que Gilles Jacob, presidente del Festival, ha celebrado la importante presencia del cine latinoamericano en el certamen:

«Da gusto que un continente emerja de nuevo —declaró a la agencia EFE como si fueran cosas de hoy mismo los acontecimientos registrados en el cine latinoamericano desde finales de los años 90—, la muestra está muy identificada con México, Argentina y Brasil, pero en medio de todo esto se puede sentir una ebullición muy importante, y sobre todo los jóvenes directores parecen muy prometedores».

Para Gilles Jacob, esta vitalidad del cine latinoamericano ilustra «una cultura que amamos y que es un placer que esté en Cannes, venga de Brasil, Argentina u otros países, a la espera de que vengan también filmes de Perú o de Chile».

A la espera de que lleguen tales milagros, Brasil y Argentina están en competencia por la Palma de Oro. El realizador de Estación central y Abril despedazado, Walter Salles, en codirección con Daniela Thomas, concursa con Linha de passe, road movie sobre varios hermanos de una familia pobre, que buscarán cumplir sus sueños y salir adelante en medio de una situación más que compleja.

Argentina logró colar nada menos que dos títulos en la superselectiva clasificación. El Deseo, la productora de los hermanos Almodóvar, financia La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel, la historia de una mujer que, después de pasar la tarde en la piscina con unas amigas, conduce de vuelta a casa y en el trayecto golpea algo, o a alguien. Aturdida y asustada, sigue adelante. La aparición del cadáver de un adolescente en las proximidades de donde tuvo su percance, la hace dudar de si no fue ella misma quien lo atropelló.

La otra película argentina en competencia es Leonera, de Pablo Trapero, un drama carcelario protagonizado por la esposa y productora del director, Martina Gusman, quien hace el papel de una mujer embarazada, condenada a prisión, que deberá aprender lo que significa ser madre y criar a su hijo detrás de las rejas.

A diferencia de Lucrecia Martel y de Walter Salles, quienes ya tomaron parte en Cannes con La niña santa y Diarios de motocicleta, respectivamente, Trapero está por primera vez en busca del premio, por más que se le deban títulos de muy alto interés para el cine regional como Mundo grúa, El bonaerense o Nacido y criado.

En busca de los premios principales está también Che, el filme norteamericano de Steven Soderbergh de cuatro horas, conformado por dos grandes partes, Guerrilla y El argentino, donde el boricua Benicio del Toro interpreta a Ernesto Guevara en un relato biográfico que trasciende los años juveniles, ya cronicados por Walter Salles en la mencionada Diarios de motocicleta. Además, se confirmó la participación del documental Maradona, realizado por el célebre cineasta serbio Emir Kusturica, quien fue a Cuba mientras estaba realizándolo con vista a recoger testimonios.

La sección Un certain regard también arropa al cine latinoamericano con la presencia de las óperas primas brasileñas A sesta da menina morta y Afterschool, y Los bastardos, del mexicano Amat Escalante. Además, Argentina, Uruguay y Chile marcaron también en la prestigiosa Quincena de Realizadores, cuyo director Olivier Père declaró a ANSA que «la prueba de la buena salud del cine latinoamericano está no solo en los varios títulos que destacan por la fuerza, el coraje y la independencia de sus autores».

En ese espacio clasificaron Liverpool, coproducción franco-germano-argentina de Lisandro Alonso; Acné, del uruguayo Federico Veiro, en coproducción con Argentina y México; el chileno Pablo Larrain con la coproducción entre Chile y Brasil titulada Tony Manero, y el argentino Pablo Agüero, con la coproducción argentino-franco-alemana Salamandra. De la Quincena de los Realizadores saldrá el ganador del jugoso premio Cámara de Oro, otorgado al mejor debut.

El desfile de latinos invadió también la Semana de la Crítica (donde siempre mayorea el cine europeo) con dos títulos, La sangre brota, del argentino Pablo Fendrik, y Desierto adentro, del mexicano Rodrigo Pla. La sangre brota cuenta la historia de un taxista que debe conseguir mil dólares en menos de 24 horas, mientras que Desierto adentro —premiada prolijamente en el reciente festival de Guadalajara—, es la historia de una saga familiar bajo una maldición.

Además de las cintas latinoamericanas presentes en la competencia, en Una cierta mirada, en la Quincena de los Realizadores y la Semana de la Crítica, tampoco fueron ajenas al impacto la competición de cortometrajes y la Cinéfondation. Dos de los nueve cortos en competición son el uruguayo Buen viaje y el mexicano El deseo, y de las 17 obras realizadas por escuelas de cine de todo el mundo fueron seleccionadas El reloj, de la Universidad del Cine de Buenos Aires, y O som e o resto, enviada por la Escola do Cinema Darcy Ribeiro.

Fuera de competencia está el más famoso y celebrado de los actores españoles, nuevamente hablando en inglés. Javier Bardem —de quien acabamos de ver en Cuba su oscarizada No country for oldmen, y conoceremos en este mes de mayo su criticada Amor en tiempos del cólera— presente en Cannes, acompañado por Penélope Cruz, y representando ambos Vicki Cristina Barcelona, el más reciente filme de Woody Allen, quien fatigado del escaso interés que despierta su cine en el público, y entre los productores norteamericanos, ha continuado su carrera desde diversas ciudades europeas.

En el jurado oficial, en tanto, se incluye el mexicano Alfonso Cuarón, quien comparte la tarea de decidir los premios del festival con Sean Penn (presidente), la actriz norteamericana Natalie Portman, y la rumano-alemana Alexandra Maria Lara, el italiano Sergio Castellitto, el francés Rachid Bouchareb y el director tailandés Apichatpong Weerasethakul.

Y ya termino. Pero debo mencionar antes del punto final —por si el lector todavía no se ha enterado con los miles de artículos que se han destinado a promocionar estos asuntos— que en Cannes tiene su premier mundial, fuera de competencia, Indiana Jones y el reino de la Calavera de Cristal, de Steven Spielberg, con el veterano Harrison Ford, y que también compiten los nuevos filmes de consagrados como el norteamericano Clint Eastwood (Changeling, protagonizada por Angelina Jolie), los belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne (Le silence de Lorna), el alemán Wim Wenders (The Palermo Shooting) y el canadiense Atom Egoyan (Adoration), todos ellos ampliamente reconocidos en anteriores ediciones de este evento.

Ya veremos si en el reparto de los premios, y de la atención de los medios, consigue Latinoamérica la añorada visibilidad de sus otredades. De cualquier modo, el Cannes de este año parece un buen paso en ese sentido.
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viernes, 16 de mayo de 2008

La oligarquía no acepta que un indio gobierne Bolivia



LA PAZ, 9 de mayo.— El presidente Evo Morales afirmó este viernes que la derecha y la oligarquía boliviana quieren derrocarlo, porque no aceptan que un indio gobierne Bolivia.
"Al principio dijeron (los sectores de derecha): 'Pobre indiecito, que se divierta cuatro meses, después vamos a sacarlo' (¼ ), ahora dicen: 'Este indio se va a quedar por mucho tiempo' y están planificando cómo tumbarme", deploró Morales en un acto en la ciudad andina de Oruro (sur), según el reporte de AFP.


La derecha se opone a la política de cambios promovida por el líder andino, quien irá a un referendo en los próximos tres meses, junto a su vicepresidente y nueve prefectos, seis de ellos de oposición, para validar su mandato.

"Aquí no es un problema de autonomías (gobiernos descentralizados), no es un problema del IDH (distribución del impuesto petrolero a los departamentos), el problema es Evo Morales. Esos grupos no aceptan que un campesino, un indio, un indígena sea presidente de la República", sentenció.

El mandatario de origen aymara (el primero de ese origen que gobierna Bolivia en sus 182 años de historia republicana) intenta capear un duro choque con los prefectos de cuatro departamentos, feudos de la oposición de derecha, que intentan dotarse de gobiernos autónomos, sin apego a la Constitución.

Extraido del Diario Granma


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domingo, 11 de mayo de 2008

El terrorismo, el petróleo, la piratería... da igual



EE.UU. aprovechó el aparentemente casual rapto de un buque atunero vasco, para solicitar un permiso de cacería de piratas en las aguas somalíes

Por: Jorge Luis Rodríguez González
11 de mayo de 2008

Pretextos, aunque sean falsos, sobran para lanzar misiles, escamotear la soberanía de los pueblos y convertirlos en desérticos campos. Los acontecimientos, esos que algunos medios de comunicación muestran de manera aislada como si no estuvieran condicionados social e históricamente, son muy bien aprovechados por la Casa Blanca para extender la muerte a cada rincón del planeta al extremo de que no pocos en ocasiones han hablado de una teoría conspirativa.
El caso lo encontramos esta vez en Somalia. ¿Esta vez...?
La historia parece no tener fin desde que las Torres Gemelas se fueron abajo, y mientras se cuenta, como cualquier estructura circular va a dar al inicio. Los móviles, además, no varían: el petróleo, la falsa guerra contra el terrorismo, y ahora contra la piratería...: es lo mismo, da igual.
El pasado 20 de marzo, el buque atunero vasco «Playa de Bakio» fue secuestrado, con sus 26 tripulantes —13 españoles y 13 africanos— por presuntos piratas en el Océano Índico, a 250 millas de las costas de Somalia. Luego de seis días de tensión y amenazas, los tripulantes fueron liberados gracias a una negociación entre el gobierno español, los armadores de la embarcación y representantes de los «piratas». La empresa propietaria del buque, Pevasa (Pesquería Vasco Montañesa, SA) pagó 766 188 euros 1,2 millones de dólares, según fuentes gubernamentales citadas por El País, que desmienten las afirmaciones de que dicha suma había salido de los fondos de Madrid, aunque sí reconoce que brindó apoyo logístico para el rescate.

Sede del trato: un lujoso hotel de Londres. Un poco oscuro el asunto, ¿verdad? ¿Acaso Gran Bretaña tiene alguna conexión con el atraco?

El sitio web Rebelión, haciéndose eco de algunos medios británicos, revela que la elección de la mesa de negociación no es para nada fortuita, pues en muchas de estas redadas marítimas producidas en los últimos años han participado piratas y mercenarios británicos. Muchos de los abogados que se llevan su buena suma por participar en la mediación son también de Londres.
Pero bueno, este es un paréntesis. Volvamos a lo que íbamos.

Apenas 48 horas después de la intercepción, EE.UU., siempre «tan preocupado» por la paz internacional, comenzó a redactar, con el visto bueno de Francia, un proyecto de resolución que les autorice la cacería de piratas en las aguas somalíes. La idea se la vendieron al Consejo de Seguridad de la ONU, y ahora muchos de sus miembros la avalan, luego de que la retórica norteamericana los sedujera con el recuerdo de historias de extorsión en que se han visto varios buques de países miembros.

Pero, ¿no les parece muy solidaria la posición de Bush? ¿Qué buscan realmente este «señor de la guerra» y sus aliados en Somalia, con esta nueva intervención escudada en «la legalidad» y «las buenas intenciones»?

Somalia no es uno de los grandes productores mundiales de petróleo, al menos hasta el momento, pero hay sospechas de que en un futuro pudiera sorprender. No en balde multinacionales norteamericanas como la Conoco, Chevron, Philips, Amoco y Shell han estado husmeando en el terreno. En tanto, geográficamente, Somalia se ubica frente a los mares por donde se transporta la mayoría del hidrocarburo del Golfo Pérsico que va a parar a las naciones industrializadas. Cerca está también el rico desierto de Ogaden, donde sí hay enormes reservas del oro negro, aún sin explotar.

En busca del dominio de esta posición estratégica, la Casa Blanca ha estado haciendo sus «cositas» por Somalia, aprovechándose de la desnudez política de una nación que carece de gobierno central desde 1991 y está sumida en una ola de enfrentamientos internos que han fracturado al país y parecen no tener fin. Un caos al que EE.UU. ha aportado su buena cantidad de arena, al apoyar la agresión de Etiopía, y ofrecerle a este país sus dólares y sus armas.

Después, la esperanza que EE.UU. les robó a los somalíes con sus misiles y el apoyo al enemigo en el vecindario, intentó devolvérselas con su operación Hope Restore, bajo el escudo de la ONU, y autotitulándose, como siempre, «asegurador» del orden social: uno de los disfraces humanitarios que usa Washington para meter sus narices en las riquezas ajenas. El programa culminó, para desgracia de EE.UU., con los rebeldes arrastrando los cadáveres de varios marines por las calles de Mogadiscio.

Pero no se detuvieron. El año pasado también misiles made in USA cayeron sobre poblados del sur de la nación africana intentando hacer blanco en presuntos líderes terroristas, y su saldo real fue la muerte de familias enteras, la destrucción de cosechas y ganado. Primero con un avión AC-130, al que llaman «el tanque del cielo» por su potencia de fuego, luego con helicópteros, todos dirigidos desde el portaaviones Eisenhower situado en las costas somalíes, que además está encargado de impedir la fuga de los islamistas. Los bombardeos se repitieron el 1ro. de mayo y mataron a uno de los líderes somalíes que Bush considera terrorista y presunto jefe de Al-Qaeda en la región, y otros tantos civiles, que no tenían nada que ver con ese asunto.

Igualmente, junto con Francia, el Pentágono cuenta con una presencia naval permanente en la zona como parte de aquella operación «Libertad Duradera» que los llevó a Iraq, otro de los instrumentos de su falsa guerra internacional contra el terrorismo, desatada desde 2001. También tienen una base en Djibouti, nación vecina de Somalia. La instalación fue también ofrecida «desinteresadamente» a España para que solucionara el secuestro.

Bastante sucios los trapos, ¿eh? No hay duda de que si la resolución que proponen EE.UU. y que apoyan Francia, Reino Unido y otros, deja de ser un borrador para convertirse en una ley internacional, sus aventuras en la zona serán mucho más peligrosas que las de corsarios y piratas ¿somalíes? Entonces, la guerra por el petróleo y el control de sus rutas de transporte tendrán, aunque falsamente, otra justificación para los verdaderos ladrones de tierra, aire y mar.


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jueves, 8 de mayo de 2008

Motines del hambre



Por: Ignacio Ramonet

07 de mayo de 2008

Ya son más de 37 los países en los que la inseguridad alimentaria ha provocado protestas. Las primeras tuvieron lugar en México el año pasado por el aumento exagerado del precio del maíz. También en Myanmar (antigua Birmania) la insurrección de los monjes, en septiembre de 2007, comenzó por manifestaciones de descontento contra la carestía de los alimentos. Y en las últimas semanas hemos asistido a tumultos en diversas ciudades de Egipto, Marruecos, Haití, Filipinas, Indonesia, Paquistán, Bangladés, Malasia y sobre todo de África Occidental (Senegal, Costa de Marfil, Camerún y Burkina Faso).

Son rebeliones de los más pobres y limitadas al ámbito urbano. El campesinado, por el momento, no se ha amotinado, y las clases medias no se han sumado al alboroto. Pero lo harán si los precios de la comida siguen aumentando. Y estos subirán pues lo paradójico de la situación es que nunca la producción agrícola había sido tan abundante. O sea que la carestía actual no se debe a la penuria, sino a otros factores. Habrá pues nuevos amotinamientos por hambre y durante un largo período. Que se traducirán por nuevas oleadas de emigración. Pues la comida representa hasta el 75 por ciento de los ingresos de las familias de países pobres, contra un 15 por ciento en los países ricos.

Para prevenir las próximas algaradas, algunos gobiernos ya han multiplicado las medidas: Kazajstán ha suspendido todas sus exportaciones de trigo, Indonesia ha decidido limitar las de arroz, Filipinas ha declarado la guerra a los especuladores, y Argentina, Vietnam y Rusia han restringido sus ventas de trigo, arroz y soja al extranjero.

Pero los precios siguen en alza. Desde marzo de 2007, el valor de los productos lácteos ha subido un 80 ciento, el de la soja un 87 por ciento, y el del trigo, un 130 por ciento. El Banco Mundial, que no está exento de responsabilidad, afirma que estos aumentos han empujado al abismo de la miseria a más de cien millones de habitantes de los países pobres. Y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola estima que por cada aumento de uno por ciento del costo de los alimentos de base, 16 millones de personas se ven sumergidas en la inseguridad alimentaria. Lo cual significa que 1 200 millones de seres humanos podrían padecer hambre crónica de aquí a 2025.

¿Por qué aumentan los precios de la comida? Esencialmente, por cuatro razones. Primero porque la elevación del nivel de vida de países como China, la India y Brasil ha modificado los hábitos alimentarios. Se consume más carne, luego hay que criar más ganado. El cual consume una parte importante de las cosechas de cereales. Las nuevas clases medias comen más veces a la semana carne de pollo y de cerdo, y estos animales se nutren a base de soja y de maíz. Como la población mundial va a seguir creciendo y el poder adquisitivo de muchas personas va a continuar elevándose, se producirá un cambio estructural. El ecologista Lester Brown lo anuncia: «Cuando los chinos consuman tanta carne como los estadounidenses, absorberán el 50 por ciento de los cereales del mundo». Segundo, porque una parte de la producción alimentaria (caña de azúcar, girasol, colza, trigo, remolacha) se destina ahora a la producción de agrocarburantes. Las tierras y los cultivos que se dedican a esa actividad ya no dan alimentos para los seres humanos. Y esto también se va a agravar. La Unión Europea ha decidido que un diez por ciento del total de hidrocarburos consumidos de aquí a 2020 deben ser agrocarburantes. Y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pide que sea un 15 por ciento, de aquí a 2017. A tal punto que países con déficit alimentario como Senegal o Indonesia han resuelto producir agrocarburantes en vez de vegetales comestibles. Responsable en parte de esta situación, el Fondo Monetario Internacional afirma que entre un 20 por ciento y un 50 por ciento de las cosechas mundiales de maíz y de colza ya están siendo desviadas para elaborar carburantes.

Tercero, porque el estallido de los precios del petróleo —por encima de 115 dólares el barril— encarece el costo de los transportes, en particular el del traslado de los artículos del agro y por consiguiente el valor de los alimentos.

Cuarto, por efecto de la especulación financiera. Huyendo de la crisis de los subprime, los fondos de inversiones apuestan en este momento por los productos alimentarios: soja, trigo, arroz, maíz. Son valores refugio. Los fondos compran y almacenan apostando por el alza. Como los acaparadores de siempre, los nuevos especuladores no dudan en enriquecerse con las hambrunas que ellos mismos contribuyen a crear. Se estima que la especulación está causando un diez por ciento de las subidas de los alimentos. Los países ricos se comprometieron hace tiempo a consagrar el 0,7 por ciento de su Producto Interior Bruto al apoyo de los países pobres. Muy pocos han cumplido esa promesa. En su conjunto, el año pasado la ayuda disminuyó un 8,4 por ciento. ¡Y la asistencia a la agricultura de los Estados del Sur bajó, en los últimos 20 años, un 50 por ciento! ¿Cómo extrañarse de la proliferación de los motines? ¿A qué se espera para crear, por fin, un gran Fondo Mundial contra el Hambre?

Tomado de Le Monde Diplomatique


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martes, 6 de mayo de 2008


«Disciplina quiere decir orden, y orden quiere decir triunfo.»

José Martí


«No basta nacer.— es preciso hacerse», escribía el joven José Martí a propósito de un talentoso poeta español, que pudo serlo todo y no fue nada, porque le faltó el complemento mágico que hace triunfar cualquier proyecto humano y trae el fracaso de todo lo que no lo contemple: voluntad y disciplina.


Sin voluntad y sin disciplina se puede existir pero jamás vivir. Existir es solo ver que las cosas pasan o hasta ignorar lo que pasa; vivir es no solo darse cuenta de que están pasando cosas sino ser parte de ellas, o mejor aún: hacer que sucedan. Vivir es emplear cada segundo de la vida que nos ha sido dada, participar activamente en ella, orientarla hacia un fin determinado: crear un proyecto de vida cuya concreción nos ocupe la existencia. Orientarnos hacia el bien, si queremos ser felices, o hacia el mal, si queremos ser desdichados. Por lo cual es evidente que hacer el mal no es una opción.


Sin disciplina no podremos nunca elevar el animal biológico que somos cuando nacemos a la categoría de ser humano. La condición humana exige mucho más que instintos naturales y anatomía específica; exige instrucción y cultura para alcanzar la ética que es la condición sine qua non de nuestra especie. Alcanzar esa ética exige a su vez voluntad y disciplina consciente. La otra «disciplina», la del «palo y la zanahoria», no nos hace humanos, al contrario, enfatiza nuestra condición animal en primer grado, toda vez que solo somos «disciplinados» y frenamos nuestros instintos ante la amenaza o ante el interés.


Sabido es que instrucción no es cultura. Que la cultura no es solo instrucción, si bien esta la eleva y hace resplandecer. Cultura es sobre todo la capacidad que tenemos para relacionarnos con los demás, para convivir en sociedad, para controlar nuestra conducta y frenar nuestros instintos. Se puede ser una persona muy instruida y a la vez tremendamente inculta. Paradójico pero común. Miremos a nuestro alrededor en cualquier parte, en las grandes ciudades es más evidente, y veremos cuantas indisciplinas sociales se cometen en solo una hora. Preguntemos al sujeto indisciplinado su nivel escolar (que no cultural, porque este puede ser todavía el de los hombres de las cavernas), será de seguro por encima del noveno grado, cuando no bachiller o universitario. ¿Qué ocurrió entonces?


Desde tiempos lejanos se viene debatiendo sobre el llamado «libre albedrío». Si por ello entendemos la libertad del ser humano de vivir su propia vida según su elección, es correcto, siempre y cuando el individuo no violente las normas de conducta generalmente aceptadas por la sociedad donde ha de vivir esa vida. Entonces luchemos por ello. Pero si se entiende el «libre albedrío» por la posibilidad de hacer cualquier cosa que nos venga en gana aunque esto sea violar las normas de conducta de una sociedad determinada, entonces habrá que recordar que para eso existen leyes que regulan la acción de los individuos.


Las normas éticas adoptadas por una sociedad pueden o no estar escritas. Con el surgimiento del Derecho suelen estar estipuladas como leyes, sobre todo en el Código Penal, pues son principios morales que la sociedad no puede darse el lujo de que se violen y se elevan a la categoría de ley para poder sancionarlos: no robar, no matar, etc.


Juan Marinello decía que toda gran libertad implica una gran responsabilidad. Es evidente que allí donde las libertades son mayores la responsabilidad social de los que las ejercen debe ser también mayor. Está claro que el derecho de un individuo tiene como límite justo el lugar donde comienza el derecho de otro semejante. Si sabemos ser responsables nuestra libertad será siempre ilimitada.


Decía Martí que si hubiera tenido tiempo, el libro que le gustaría escribir para dejarlo como legado de su paso por el mundo llevaría por título «El concepto de la vida», donde revelaría ese cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un colibrí y son, sin embargo, la clave de la paz pública, la elevación espiritual y la grandeza patria. Para él los dos grandes problemas humanos son la conservación de la existencia, y el logro de los modos de hacerla grata y pacífica. Todo lo demás lo hemos puesto por añadidura nosotros mismos depositando nuestra felicidad en lugares casi siempre equivocados, efímeros, para luego quejarnos de que tenemos felicidades efímeras, y terminar al cabo asumiendo con indolencia un refranillo que reza que «la felicidad no existe, lo que existen son momentos felices». Es claro que si no somos capaces de darnos cuenta de lo imprescindible que es para nuestra vida respirar aire puro, y en cambio nos morimos de angustia porque no tenemos determinada marca de zapato, nos vamos a ir del mundo un día cualquiera sin haber conocido la sensación constante de la felicidad.


Pero aún para los escépticos, debemos repetir, a costa de ser tomados por románticos, aquella verdad tremenda del Apóstol: La felicidad existe sobre la tierra, y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón y la práctica constante de la generosidad.


«Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre».


Extraido de Juventud Rebelde




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sábado, 3 de mayo de 2008

¿ARTE?




Vamos tras las noticias como sedientos en busca del agua. El mundo cobra forma todos los días a partir de lo que leemos, escuchamos, descubrimos en el aluvión de sucesos que se nos vuelve un tormentoso pajar del cual estamos obligados a extraer, con fina y profunda habilidad, la agujita de la verdad.


Aunque casi siempre lo verdadero suele llegar sesgado, trocado, y hasta puesto de revés, hay hechos inobjetables que nos hacen pensar en serio sobre el destino de nuestra especie. A nadie se le ocurriría negar, por ejemplo, que se ha desprendido un enorme pedazo de hielo de uno de los polos terrestres, o que una parte del océano Pacífico se ha convertido en una sopa de desechos plásticos cada vez más diminutos por los rayos del sol. Basura que el Hombre no alcanza a procesar en tierra firme, imposible de ser eliminada mientras la civilización siga fabricando objetos plásticos. Porquería que los peces devoran para desgracia de la vida en el mar y de nosotros mismos.


Hay otro hechos con los que una se da de bruces, cuyas consecuencias para la especie no serán tan obvias como los desastres ecológicos pero igualmente entrañan amenazas severas. Todavía es fresca, por ejemplo, esa noticia según la cual un estudiante del Instituto de Arte de San Francisco, Jonathan Yegge, de 24 años, cometió «actos indecibles» —según lo calificó un semanario de ese estado— contra otro estudiante, y con ello se ha hecho famoso, al menos por 15 minutos.


Uno de los profesores del Instituto había pedido al aula de Jonathan la preparación de una «obra» que «empujara los límites del arte». Antes de acometer su propuesta creativa el joven alumno se agenció un voluntario al cual le hizo firmar un documento en el cual aceptaba participar en actos que podían incluir manifestaciones sexuales o de violencia. El resultado, con título «Art Piece No.1», fue descrito por su «creador» Yegge:


El muchacho que había firmado el papel estaba atado, con una mordaza y una venda en los ojos. Podía ver y hablar a través de ellas; y podía mover su pelvis. Yegge le practicó sexo oral y el voluntario a él. Después ambos hicieron cosas, si no torturantes para ellos, sí torturantes a la vista ajena... Ante la inusitada escena estaba presente un vigilante de seguridad, y un instructor de la escuela. Todo se grabó en video. Y la pieza de «arte» se dio por terminada.


El «artista» declaró después haber tenido la aprobación de su profesor. La respuesta de la institución, que atrajo a una parte de la prensa norteamericana, fue emitir un comunicado prohibiendo que se usen «fluidos corporales» en los performances. El alumno se mantiene inscrito y no le ha sido retirada la beca con la cual costea sus estudios. Su lema, según él mismo confiesa, es: «Quedar bien haciendo muy poco».


Otra historia procede de la Universidad de Yale, donde la estudiante de Artes Aliza Schvarts retó al consejo directivo con una instalación que presentaría a finales de este mes. El contenido: «resultados documentados» de nueve meses durante los cuales utilizó esperma de varios donantes para quedar embarazada y seguidamente utilizar fármacos abortivos. Una portavoz de la institución universitaria declaró que la joven estaba enfrascada en una «ficción creativa diseñada para llamar la atención sobre las ambigüedades del cuerpo femenino», y que lo de los abortos era incierto. La vocera también afirmó que la alumna era una artista con derecho a expresarse a través del performance.


Los medios de comunicación también se han hecho eco de un presunto artista que en otro punto del planeta dejó morir de inanición a un perro callejero. El animalito era parte de su «instalación».


La opinión pública ha desatado protestas ante estas manifestaciones aberrantes que son defendidas como arte y libertad de expresión en algunas universidades, galerías y museos. Algunos teóricos han expresado que en las universidades norteamericanas se ha instaurado un «relativismo moral» que ha permitido a los profesores asumir que nada es bueno ni malo dentro del campo del saber, lo cual extravía a los estudiantes en el instante de definir dónde terminan el arte y la curiosidad intelectual, para dejar espacio a lo pornográfico, lo escatológico y hasta lo delincuencial.


¿Qué hubieran dicho Leonardo da Vinci, o Miguel Ángel Buonarroti, o Van Gogh, o Miguel de Cervantes y Saavedra si hubieran conocido las propuestas «artísticas» aquí mencionadas? Ellos, que amaban las ecuaciones, las líneas bien trazadas, los colores, el modo preciso de la expresión... ¿Dónde habrían podido colocar sus conceptos de lo bello y lo noble? No estaremos hablando del desprendimiento de los hielos, pero sí de cómo se desgaja un promontorio espiritual en una nación que amamanta la psicopatía, y en la cual, para sobresalir, puede apelarse a la bestialidad, ya sea desafiando con la propuesta más descabellada, o vaciando un peine de balas contra los compañeros de aula.


¿Serán esos los futuros hombres inteligentes que le darán paz al planeta, que buscarán las soluciones para prolongar el milagro de que existamos, de que podamos seguir gravitando, aunque solitos, en esa masa oscura e indescifrable de la infinidad? Las noticias que uno encuentra raras veces consuelan...



Por: Alina Perera Robbio

Extraido de Juventud Rebelde



Al fin la pregunta que hay que hacerse, ¿ esto es arte o bien esto es otra forma mas de deshumanizar al hombre?




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